JOSÉ FRANCISCO ANTONIO PEÑA GÓMEZ
Lider político dominicano
José Francisco Antonio Peña Gómez desempeñó las funciones de: Maestro de Alfabetización en el Municipio de Mao, Provincia Valverde de la República Dominicana, de 1952 a 1955. Profesor del Liceo Secundario Nocturno de San Cristóbal, República Dominicana, 1956. Maestro de Enseñanza Primaria en la Escuela Intermedia Fray Bartolomé de las Casas, en Yaguate, San Cristóbal, 1958. Profesor del Instituto Preparatorio de Menores en San Cristóbal, 1957-1960. Locutor y Narrador Deportivo de la Emisora “La Voz Dominicana”, 1960-1961.
En el Gobierno Constitucional del Profesor Juan Bosch, 1963, ocupó el cargo de Director de la Oficina del Pueblo.
En el periodo municipal 1982-1986 ocupó la alcaldía del la ciudad de Santo Domingo.
En 1959 realizó estudios de Locución en la Academia para Locutores “Héctor J. Díaz”, de La Voz Dominicana.
En 1961 realiza un curso de Ciencias Políticas en San José, Costa Rica; participando en ese mismo año en un curso de Educación Política en San Juan de Puerto Rico.
En 1962 continúa su capacitación en Ciencias Políticas, esta vez en Harvard University y Michigan State University, en Los Estados Unidos de América.
En 1970 obtiene el título de Doctor en Ciencias Jurídicas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Y en ese mismo año inicia el Doctorado en Derecho Constitucional y Ciencias Políticas en la Universidad de París, Francia.
El 5 de julio de 1961 ingresó al Partido Revolucionario Dominicano (PRD), para luchar contra los remanentes de la tiranía trujillista. Fue un firme dirigente político al estallar la revolución civil de 1965, llamando al pueblo a movilizarse en defensa de la constitucionalidad perdida en 1963.
En el primer comité ejecutivo del PRD, Peña Gómez fue nombrado secretario de prensa y propaganda, ocupando ese cargo en los años 1963, 1964 y 1966. La Secretaría General de esa organización política la ocupó en los años 1963, 1964, 1966, 1973 y del 1974 al 1986: a partir de este último año pasó a ocupar la presidencia del Partido.
El Dr. José Francisco Peña Gómez ascendió políticamente de manera vertiginosa, compartiendo el liderazgo del Partido Revolucionario Dominicano con el profesor Juan Bosch. Luego del golpe de estado que derrocó a Bosch, y que lo deportó al exterior, en 1963, Peña Gómez se convirtió en el líder principal del PRD en el país, lo que se consolidó con el alzamiento constitucionalista de abril de 1965.
Bajo la dirección del doctor Peña Gómez, el Partido Revolucionario Dominicano ganó en dos ocasiones seguidas las elecciones gubernamentales del país, en 1978 y en 1982. Para este último período, 1982-1986, el líder perredeístas resultó electo síndico del Distrito Nacional. Las confrontaciones internas en la organización impidieron que el partido del “jacho prendío”, mantuviera el poder en las elecciones de 1986.
En el 1994 acudió nuevamente a las urnas, pero esta vez con un poderoso PRD; las elecciones de ese año estuvieron plagadas de irregularidades. La Dr. Peña Gómez no aceptó los resultados de la misma. Para solucionar el impasse se firmó el Pacto por la Democracia, con el cual se acordaba la no reelección presidencial, la doble vuelta electoral y se convocaba a elecciones anticipadas en un periodo de dos años.
En el 1996 todo parecía indicar que el Dr. Peña Gómez sería el nuevo presidente de la República Dominicana, llegando a ganar la primera vuelta de las elecciones con un 46%. Pero para la segunda vuelta se unieron el Presidente Joaquín Balaguer y el ex-presidente Juan Bosch en el llamado “Frente Patriótico” para apoyar al Dr. Leonel Fernández.
José Francisco Antonio Peña Gómez desempeñó las funciones de: Maestro de Alfabetización en el Municipio de Mao, Provincia Valverde de la República Dominicana, de 1952 a 1955. Profesor del Liceo Secundario Nocturno de San Cristóbal, República Dominicana, 1956. Maestro de Enseñanza Primaria en la Escuela Intermedia Fray Bartolomé de las Casas, en Yaguate, San Cristóbal, 1958. Profesor del Instituto Preparatorio de Menores en San Cristóbal, 1957-1960. Locutor y Narrador Deportivo de la Emisora “La Voz Dominicana”, 1960-1961.
En el Gobierno Constitucional del Profesor Juan Bosch, 1963, ocupó el cargo de Director de la Oficina del Pueblo.
En el periodo municipal 1982-1986 ocupó la alcaldía del la ciudad de Santo Domingo.
En el ámbito internacional el Dr. Peña Gómez ocupó la vicepresidencia de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina (COPPAL); fue miembro de la Asociación Latinoamericana para la Defensa de los Derechos Humanos (ALDHU), 1980; socio-fundador del Diálogo Interamericano con sede en Washington, E.U.A., 1982; Presidente del Comité Latinoamericano y Vicepresidente Mundial de la Internacional Socialista (IS), desde 1983; miembro del Consejo Directivo del Instituto Latinoamericano de Estudios Políticos, Económicos y Sociales, Montevideo, Uruguay, 1992. Fue Embajador Extraordinario y Plenipotenciario en Misión Especial ante los Gobiernos de Italia, Francia, España y Suecia, 1982-1986.
El Doctor José Francisco Peña Gómez obtuvo condecoraciones y distinciones de autoridades, tanto en su país como en otros países: Ecuador, Portugal, Nicaragua, Venezuela, España…
Recibió Doctorados Honoris Causa de la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA), República Dominicana, en 1995; Universidad Complutense de Madrid, España, 1995; Universidad Evangélica Dominicana, 1996; y un Doctorado Honoris Causa “post mortem” de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), el 10 de mayo del 1999.
Fue Académico Honorario de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación en Madrid, España, en 1996. En ese mismo año fue Académico Honorario de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid.
Se le recordará por siempre como el más genuino líder popular que ha dado la República Dominicana. Falleció el lunes 11 de mayo de 1998, seis días antes de las elecciones congresuales y municipales ganadas por su Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Las confrontaciones de ideas se empezaron desarrollar con el lanzamiento de Bosch de la llamada “Dictadura con respaldo popular” en 1969, que establecía la lucha por un régimen de izquierda con posiciones progresistas enfrentado a los Estados Unidos, en quien Bosch veía un todo absoluto y no un país con contradicciones y posiciones internas liberales. En cambio, Peña Gómez asumió una posición intermedia para evitar la división del PRD, y planteó que la tesis de la Dictadura Popular fuese aprobada por la 5ta Convención del PRD, sólo en principio, para su estudio y posteriores recomendaciones, con lo cual evitaba que Balaguer, apoyado en esa tesis ilegalizara al PRD y este dejara de ser un partido democrático.
En 1973 se agravaron las contradicciones entre Bosch y Peña Gómez, que se venían manifestando desde que en la coyuntura electoral de 1970, Peña Gómez planteó la alianza de fuerzas anti reeleccionistas, de todos los matices ideológicos, para lograr el desplazamiento del Gobierno de Balaguer, principal amenaza de la democracia política. Producto de esas posiciones que llevaron al PRD a practicar acciones conjuntas por la superación del estado de terror que vivía el país, sobre la base argumentada por Peña Gómez de que un Gobierno puede ser legal y constitucional por su origen pero ilegítimo por sus acciones, tuvo Peña Gómez que abandonar el país al regreso de Bosch en mayo de 1970, yéndose a estudiar a París, para evitar un choque con su maestro y guía.
Las contradicciones asomaron de nuevo, a propósito del sorpresivo desembarco del Coronel Caamaño al frente de un destacamento guerrillero por las costas del Sur. A pesar de establecer claramente que no tenía ningún compromiso político ni militar con el Coronel Caamaño, héroe nacional, Peña Gómez sustentaba la idea de que debíamos proteger su vida ante el desenlace inminente de una tragedia, debido a la lucha desigual que estaban desarrollando contra miles de soldados y la maquinaria de guerra del Estado dominicano, pidiendo al Presidente Balaguer que evitara su muerte. Este planteamiento fue considerado por Bosch como contrario a la posición oficial de informar su total separación de la vida y el destino escogido por Caamaño.
El héroe de abril fue asesinado, pero su muerte fue el principio de la división definitiva de Bosch y Peña Gómez. Peña Gómez planteó sus ideas, sus concepciones sobre los liberales de Washington, el papel determinante de estos liberales en la búsqueda de cambios en la República Dominicana, la posibilidad de aislar a Balaguer quitándole el pretexto de la lucha contra el comunismo, de la cual se beneficiaba, desenmascarando su errática obra de Gobierno, la corrupción estatal y sus violaciones al orden democrático.
Peña Gómez le puso fin a las abstenciones electorales que ayudaban a Balaguer, planteó la participación electoral y la movilización del pueblo por la democracia, formó el Acuerdo de Santiago, donde integró fuerzas tan opuestas como el Partido Quisqueyano Demócrata, del general Wessin, y el Movimiento Popular Dominicano, de izquierda revolucionaria, así como el Partido Revolucionario Social Cristiano.
Esta coalición estuvo al punto de ganar las elecciones ahogadas en sangre y terror por Balaguer en 1974, obligándolos a la abstención forzada. Bosch formó un nuevo partido en 1973, el Partido de la Liberación Dominicana, denunciando que no era posible ganarle elecciones a Balaguer y comprometiéndose a luchar por un gobierno de izquierda en el país, según él, para completar la obra inconclusa de Juan Pablo Duarte.
Peña Gómez afilió el PRD a la Internacional Socialista, amplió sus relaciones internacionales y condujo al PRD a la victoria electoral el 16 de mayo de 1978, logrando nuevas victorias, entre ellas la de 1982.
La lucha ideológica dentro del PRD conllevó la superación del concepto de “nacionalismo revolucionario” enarbolado en los años 60 para explicar las posiciones revolucionarias democráticas dentro de las defensas nacionalistas y patrióticas correspondientes al legado de las burguesías americanas que hicieron posible las independencias locales de la Metrópolis colonial, se trataba de una reformulación del nacionalismo a la luz de los inaplazables cambios revolucionarios que sacudían la humanidad.
El PRD planteó en su 10ma. convención ordinaria en 1979, en un documento elaborado por Ivelisse Prats de Pérez, Rafael Ángeles Suárez y Tony Raful, y así fue aprobado, la ideología del socialismo democrático y la transformación del viejo esquema de la revolución democrática nacional, por un socialismo plural, autogestionario, democrático, de sólida sustentación de las fuerzas productivas nacionales y fortalecimiento del mercado interno, así como activa presencia solidaria con los bloques tercermundistas en lucha contra los vestigios neocolonialistas y las pretensiones de expansión imperialista.
En el 1990 participó en las elecciones generales como candidato presidencial con un PRD dividido, obteniendo el 24% de las votaciones, quedando en tercer lugar.
En el 1994 acudió nuevamente a las urnas, pero esta vez con un poderoso PRD; las elecciones de ese año estuvieron plagadas de irregularidades. La Dr. Peña Gómez no aceptó los resultados de la misma. Para solucionar el impasse se firmó el Pacto por la Democracia, con el cual se acordaba la no reelección presidencial, la doble vuelta electoral y se convocaba a elecciones anticipadas en un periodo de dos años.
En el 1996 todo parecía indicar que el Dr. Peña Gómez sería el nuevo presidente de la República Dominicana, llegando a ganar la primera vuelta de las elecciones con un 46%. Pero para la segunda vuelta se unieron el Presidente Joaquín Balaguer y el ex-presidente Juan Bosch en el llamado “Frente Patriótico” para apoyar al Dr. Leonel Fernández.
En el ámbito internacional el Dr. Peña Gómez ocupó la vicepresidencia de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina (COPPAL); fue miembro de la Asociación Latinoamericana para la Defensa de los Derechos Humanos (ALDHU), 1980; socio-fundador del Diálogo Interamericano con sede en Washington, E.U.A., 1982; Presidente del Comité Latinoamericano y Vicepresidente Mundial de la Internacional Socialista (IS), desde 1983; miembro del Consejo Directivo del Instituto Latinoamericano de Estudios Políticos, Económicos y Sociales, Montevideo, Uruguay, 1992. Fue Embajador Extraordinario y Plenipotenciario en Misión Especial ante los Gobiernos de Italia, Francia, España y Suecia, 1982-1986.
El Doctor José Francisco Peña Gómez obtuvo condecoraciones y distinciones de autoridades, tanto en su país como en otros países: Ecuador, Portugal, Nicaragua, Venezuela, España…
Recibió Doctorados Honoris Causa de la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA), República Dominicana, en 1995; Universidad Complutense de Madrid, España, 1995; Universidad Evangélica Dominicana, 1996; y un Doctorado Honoris Causa “post mortem” de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), el 10 de mayo del 1999.
Fue Académico Honorario de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación en Madrid, España, en 1996. En ese mismo año fue Académico Honorario de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid.
Se le recordará por siempre como el más genuino líder popular que ha dado la República Dominicana. Falleció el lunes 11 de mayo de 1998, seis días antes de las elecciones congresuales y municipales ganadas por su Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
José Francisco Peña Gómez, planteó que tanto el gobierno del Presidente Antonio Guzmán PRD 1978-1982 como de Salvador Jorge Blanco, PRD 1982-1986 eran gobiernos de transición democrática hacia la consumación de la visión estratégica del Partido, la coronación de los objetivos socialistas democráticos y el afianzamiento de un régimen de cambios profundos, de transformaciones económicas y logros sociales de los trabajadores y campesinos.
Esa plasmación del valor estratégico de sus planteamientos estaba condicionada al buen ejercicio de los gobiernos perredeístas de transición, entendiendo que el adecentamiento del Estado, la eliminación de la corrupción, las libertades públicas, la democracia formal, las medidas y disposiciones sociales en beneficio de la población, fomentaba la idea de arribo de una administración que encarara los problemas de raíz, las causas subyacentes de la injusticia y la desigualdad espantosa de nuestra sociedad.
Aunque nunca lo dijo explícitamente, esa materialización de la estrategia solamente la podía producir el propio Peña Gómez, basado en su liderazgo histórico y en la fuerza de las masas que lo catapultaría al escenario de las grandes decisiones sociales, trascendentes.
Tanto Guzmán como Jorge Blanco agotaron la transición y el concepto de la democracia política, lo que obligaba a Peña Gómez como lo hizo a relanzar su propia plataforma ideológica, no en sustitución del PRD, sino para sustentar al PRD para esa nueva batalla por el Poder real, de ahí la fundación del Bloque Institucional Social Demócrata en 1984, reconvocando las fuerzas sociales de los cambios en la República Dominicana.
Pero el paso por el poder en los dos períodos 1978-82 y 82-86, habían erosionado el liderazgo de Peña, en cuanto a sus ideas revolucionarias estratégicas, el tejido social del PRD se había contaminado con las posiciones de mando del Estado, el clientelismo de las candidaturas llevado a extremos irrespetuosos para el propio líder del Partido, sustrajo parte de la fuerza histórica y prolongó la idea de la transición de los gobiernos, reconvirtiendo al PRD en un partido del sistema con una propuesta de futuro anclado en un presente perpetuo.
Contra esa idea se rebeló José Francisco Peña Gómez, asumiendo el pre candidatura presidencial en 1985, con la finalidad cumplida su misión histórica. Lo hizo para evitar que el PRD sucumbiera en un partido clientelista, de busca vidas, de oportunistas y de servidores de los intereses creados. Lamentablemente tuvo que enfrentarse a Jacobo Majluta, un político sagaz y preparado, como un hermano, pero quien no entendió que no se trataba de una lucha contra sus aspiraciones, sino de un lanzamiento en defensa de la base primigenia del partido, de su horizonte ideológico, de su materialización estratégica.
El compañero Majluta estimulado por grupos y sectores del poder social y económico del país, pensó que él podía ampliar la idea de la transición con un modelo productivo diferente al conocido en la transición de Guzmán y Jorge Blanco, desafiando al líder del partido, perdiendo las perspectivas, lo cual dividió al Partido y lo condujo a la derrota o aparente derrota de 1986, pero que se traduce en la pérdida del Poder del PRD y el retorno del inefable Joaquín Balaguer.
La revolución Dominicana debe ser ejecutada por una alianza de clases, puesto que los partidos Dominicanos no representan clases diferentes. Esas clases son el campesinado, la clase obrera, los intelectuales revolucionarios y los hombres de negocios nacionalistas a los cuales hay que agregar los militares democráticos y patriotas de las fuerzas armadas.
El PRD y la revolución Democrática-Nacional.
Un líder no puede tener resentimiento ni rencor anidado en el fondo de su corazón, tiene que ser bondadoso como el buen padre de familia que recibe en el seno del hogar al hijo descorreado que salió y volvió.
Discurso Ante la asamblea de secretarios de la Organización del P.R.D en el Cibao, Santiago 20/07/93
Ni el destierro, ni el silencio forzado de la voz de un hombre bastan para suprimir los principios que defiende.
Periódico última hora, pág. 12. 7/12/94
Paciencia y perseverancia, dos virtudes imprescindibles en cualquier político que aspire a envolverse en las vestiduras del éxito.
Peña Gómez José Francisco: “Construcción De la Democracia” Parte IV, vol. 4, t.11, pág. 2. 9/9/81
El gobernante que se reelige no tiene secretos para su pueblo, ni suscita nuevas esperanzas mientras los candidatos que no han llegado al poder pertenecen al plano de lo desconocido y provocan grandes expectativas.
Ob. Cit. Vol. 4, pp. 6-7
Los dirigentes podemos errar pero las masas nunca se equivocan ellas son la fuente de nuestras orientaciones y de nuestro destino.
Ibíd., p.47
Una de las cosas de las que más me siento orgulloso es que nunca he aceptado el tatuaje de ninguna potencia extranjera, capitalista ni anticapitalista, comunista o anticomunista.
Ibíd. 150-151
Cada país debe ser libre de escoger su forma de gobierno, siempre que no ponga en peligro con ello la seguridad de todos.
Peña Gómez, José francisco: “Participación en La Democracia”, Parte V, vol. 1, t. 14, p.309
El líder no es solo el que administra un grupo humano cualquiera, sino el que sabe conducirlo y enderezar sus torcidas sendas.
Ob. Cit, vol. 5, t. 12, p.170
En un partido político de masas son imprescindibles los trabajadores manuales, pero también los son los intelectuales, porque son estos los que dan forma a las ideas, pensamientos y derechos de los primeros.
Ibíd., P. 345
El liderazgo político no es para guardarlo, como se encierra en un cofre a una joya, sino para arriesgarlo y ponerlo al servicio de la comunidad.
Ob. Cit., vol. 6, t. 13, p. 137
La voz de mando de los grandes caudillos no tiene el encanto ni la potencia de antaño, porque las nuevas generaciones de hoy aspiran a un liderazgo moderno, de líderes que se consideren de carne y hueso, no semidioses, colocados por encima de la estirpe de los mortales.
Ibíd., P.303
Las revoluciones violentas representan casi siempre una ruptura cortante y total con el pasado, (** pero los cambios democráticos no eliminan por completo las fuerzas del pasado, las que prolongan su influencia en el presente por un tiempo, de las mismas maneras que las aguas turbias de los ríos crecidos ensucian, por un largo trecho, la azul superficie del mar, donde se confunden en una sola el agua dulce brotada de las fuentes de la tierra con las eternas olas de los océanos.
Ibíd., p. 310
La paz de los de arriba está segura cuando los de abajo tienen acceso a la vivienda, al trabajo justamente remunerado, a la educación y al solaz. Ibíd., p. 315
Un partido político no es un rebano sin pastor que se mueve en direcciones contrapuestas. Un partido tiene que tener una disciplina y una dirección centralizada.
Ibíd., p. 419
En política los simples deseos no cuentan si detrás de ellos, respaldándolos, no aparecen las acciones concretas.
Ob.cit., vol. 1, t. 8, p.6
Un líder político, para llevar adelante sus planes, tiene que saber con lo que cuenta y jamás puede pretender ganar una batalla con las fuerzas del contrario.
Tribuna Democrática 3/9/87
Todo funcionario que ha desempeñado un cargo público en este país por un periodo de cuatro años- a menos que se trate de un dirigente excepcional que haya tenido una relevante actuación- debe retirarse en el periodo siguiente, por lo menos, salir de la primera escena para permitir que otros talentos y otros dirigentes puedan poner a prueba sus facultades y condiciones frente al electorado.
Tribuna Democrática 7/9/87
Si por algo me he distinguido en la vida pública es por mi amistad, por mi devoción a las clases humildes y a las masas trabajadoras. De mi no podrá esperarse una acción que perjudique a un obrero o que le quite el pan de la boca a una familia trabajadora. Lo que si deseo y estoy dispuesto a llevar a cabo por encima de todos los obstáculos, es impedir que los trabajadores sean explotados por los políticos o que se les utilice como simples instrumentos por partidos que obedecen a sus propios intereses aunque proclamen a todos los vientos que se hallan al servicio de las clases asalariadas.
Tribuna Democrática.
Solo un gobierno concertado entre el Capital Privado, la Sociedad Civil y Estado puede sacar al mundo de la crisis de hoy.
Artículo: “Fin del Neoliberalismo Y derrota Laborista: 17/5/92